Practicar ejercicio físico de forma regular es una recomendación establecida por los profesionales médicos porque previene los principales factores de riesgo cardiovascular modificables como por ejemplo la diabetes, la hipertensión y la dislipemia.
Si sufres alguna de estas patologías es importante que tengas una vida activa y practiques actividades que te ayuden para minimizar el riesgo. Lo ideal sería realizar actividad física de intensidad moderada 5 días por semana durante un mínimo de 30 min o de intensidad alta durante un mínimo de 20 min 3 días por semana. Esta frecuencia y tiempos mejoran la capacidad funcional y se asocian a la reducción de la incidencia de la enfermedad cardiovascular y mortalidad. La Organización Mundial de la Salud recomienda realizar al menos 150 minutos a la semana de actividad deportiva aeróbica.
El ejercicio físico consigue adaptaciones fisiológicas cardiovasculares que mejoran tu rendimiento físico y solo en casos extremos puede suponer complicaciones o aumentar el riesgo. El porcentaje de complicaciones graves durante la práctica de ejercicio es muy bajo y se concentra en personas con cardiopatías o con adaptación cardiaca muy patológica al ejercicio.
¿Qué tipo de ejercicio es recomendable?
La mejor opción es que practiques ejercicio aeróbico (correr, caminar, montar en bicicleta, bailar…) Para estas actividades es fundamental la respiración y todas ellas tienen un componente vital para el trabajo cardiovascular; la resistencia. También puedes hacer ejercicios anaeróbicos o de fuerza como pesas o abdominales, pero no te aportarán los mismos beneficios para el sistema circulatorio por lo que lo mejor sería la combinación con ejercicios aeróbicos para obtener buenos resultados.
Beneficios del ejercicio físico para el sistema cardiovascular:
- Se disminuye la frecuencia cardíaca mientras se está en reposo.
- Aumenta la cantidad de sangre cuando el corazón expulsa cada latido por lo que gastará menos energía para trabajar con normalidad.
- Estimula la circulación sanguínea en el músculo cardíaco y en el resto de los músculos de nuestro cuerpo.
- Controla el colesterol, las personas que lo sufren tienen un riesgo 13 veces superior a padecer una enfermedad coronaria.
- Disminuye el riesgo de sobrepeso – obesidad, las personas que lo sufren tienen también mayor riesgo de sufrir una patología cardiaca.
- Mantiene los límites saludables de los niveles de glucosa.
En definitiva, realizar a diario ejercicio físico es muy recomendable para mantener la salud cardiovascular. Si no estás acostumbrado a ello de manera habitual, puedes empezar por algo tan sencillo como salir a caminar ya que se trata de una actividad completa y al alcance de todos. Un hábito que hará que sigas sintiendo pasión por la vida.
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