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Dieta y factores de riesgo cardiovascular

La Fundación Española del Corazón (FEC) lleva años advirtiendo de la relación directa entre la alimentación y las enfermedades cardiovasculares. La razón es que lo creamos o no, la dieta, entendida como la ingesta de alimentos, influye directamente en la salud del corazón; y es que al igual que hay alimentos cuya composición de nutrientes ejercen una función cardioprotectora en este órgano, hay otros que todo lo contrario, llegando incluso a provocar enfermedades como la hipercolesterolemia, la hipertrigliceridemia, la hipertensión arterial, la obesidad o la diabetes mellitus.

Por eso la dieta mediterránea, declarada además Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad desde 2010, es una de las dietas más recomendadas por considerarse de las más equilibradas, variadas y “cardiosaludables”, además de ser una perfecta aliada para reducir y prevenir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. ¿Pero qué tiene de especial esta dieta? Estar basada en alimentos que aportan beneficios saludables, como los cereales, frutas, verduras, pescado, legumbres, frutos secos, y aceite de oliva en cantidades óptimas para una buena salud, y dejar poco espacio para alimentos refinados y poco beneficiosos con elevadas composiciones de sodio, azúcares refinados y grasas saturadas, que lo único que hacen es crear…

  • Hipercolesterolemia: Debido al aumento del LDL-colesterol producto de un consumo de grasas saturadas poco recomendables que se acumula en las paredes de las arterias, generando su endurecimiento, estrechamiento y favoreciendo la aparición de la aterosclerosis.
  • Hipertrigliceridemia: Causada por un elevado consumo de grasas y calorías extra, provocando un aumento de los triglicéridos (grasa) en la sangre y acumule de lípidos en los venas y arterias, engrosando las paredes y derivando en accidentes cerebrovasculares, ataques cardíacos y cardiopatías.
  • Obesidad: Puede ser genética, pero también tener relación directa con la dieta, siendo resultado de una elevada ingesta calórica y el consumo de alimentos poco recomendables, provocando un acumule de grasas en tórax y abdomen, que al igual que las anteriores, puede derivar en accidentes cardiovasculares.
  • Diabetes mellitus: Cardiopatía diabética irreversible producida por un consumo elevado de azúcares presentes sobre todo en bollería industrial, provocando altos niveles de glucosa en sangre que dañan los vasos sanguíneos y los nervios del corazón, y aumenta el riesgo de enfermedades cerebrovasculares.
  • Hipertensión arterial: Aunque en muchos casos la relacionamos con el estrés diario, puede tener también su causa en la dieta, sobre todo si se consume excesiva cafeína o sal, recomendados tomar en cantidades pequeñas.

 

¿QUÉ DIETA RECOMIENDAN LOS CARDIÓLOGOS?

Y es que hay estudios que evidencia científicamente esto con casos asociados a personas con el hábito saludable de disfrutar de una dieta mediterránea frente a otras cuya ingesta se basa en elevadas tasas de carne roja, bollería industrial y otros alimentos que
no están presentes en dicha dieta.

Teniendo resultados concluyentes donde los sujetos que siguieron una dieta de estilo mediterráneo tenían un riesgo del 50% al 70% más bajo de volver a padecer una enfermedad cardiaca.

Ante estos datos, la FEC quiere recordar que siguiendo un estilo de vida más saludable se pueden llegar a prevenir hasta el 90% de los infartos y otras muchas enfermedades cardiovasculares derivadas de una mala alimentación.

Es por esto, por lo que la FEC recomienda una dieta mediterránea con la que llegar a prevenir las enfermedades cardiovasculares para vivir con el corazón solamente lleno de pasión por la vida.

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